Tus amigas odian a tu futuro esposo
¿Sensación u odio real? ¿Deberías considerar sus argumentos, o son sólo celos porque él se lleva parte del tiempo que solían pasar juntas? Te damos algunos tips para ser objetiva a tan pocos centímetros del gran paso.
¿En especial desde que formalizaron el plan de casarse, tus amigas se muestran escépticas con actitudes de tu novio? Algo que puede estar ocurriendo es que con el tiempo que requieren los preparativos, se fueron espaciando los encuentros que tenés con ellas, y esto genera celos por el terreno que parece perderse entre ustedes. Quizá también sucede que el tema del casamiento se vuelve central en todas las reuniones, y al poner la lupa sobre cada detalle, pueda parecer que aprovechan para cuestionar la ayuda que tu futuro esposo te da con la boda, ya sea por insuficiente o por “intromisión en demasía”.
Pensá sobre los comentarios
Te recomendamos que reflexiones sobre lo que te dicen, y cuánta razón tienen. No tiene sentido enojarte con ellas, ni con él de manera precipitada. Seguramente todos tratan de colaborar para que este momento sea único para vos; sólo que a veces las maneras de expresar interés, acompañamiento o preocupaciones no se sintonizan en modo ni oportunidad perfecta entre emisores y destinatario. Preguntas del estilo: “¿Será que tienen razón?, ¿y si él ahora llega tarde, o no se interesa en los detalles?, ¿es eso lo que me espera en la vida futura juntos?”, pueden pasar por tu mente. Calmarte y pensar sobre los hechos que generan los comentarios, y desde qué lugar surgen, puede ser un valioso avance.
Analizá la situación
Es importante poder analizar la situación con objetividad, tomando un poco de distancia, como si le estuviera ocurriendo a alguien más. No haciendo oídos sordos a lo que te dicen, pero tampoco enloqueciendo con cada opinión que te dan (porque incluso algunas pueden ser encontradas). Procurá hacer una lista mental de los temas que ofuscan a tus amigas, y pensar en si todas coinciden en las percepciones, para estar segura de no enroscarte con algo aislado. Luego asignar un peso a la molestia/satisfacción que te causan a vos (y a nadie más) esos puntos, tanto para esta ocasión en particular, como la importancia que cobrarían si se replicaran en la vida de casados.
Minimizá los temas con tu pareja
Esto te ayudará a minimizar los temas, y focalizar en unos pocos sobre los que vale la pena intentar una conversación constructiva con tu pareja. Es con él con quien vas a compartir más tiempo e hitos de tu vida, y no podés pretender que adivine lo que te pasa; en especial porque este momento es de cambios y ebullición emotiva para ambos. En esta instancia, tenés que estar abierta también a escuchar qué cosas de las que vos hacés le están resultando nuevas a él. Esto los va a situar en una frecuencia más homogénea, que les permita conectar mejor, y vivir este momento con plenitud.
Limá asperezas con tus amigas
Clarificar tu sentir con tus amigas sobre las quejas que tienen, y cuánto valorás su presencia, es otra cuestión fundamental. Seguramente les tranquilice saber del canal fluido de diálogo que tenés con tu novio, y el lugar clave que ellas seguirán ocupando en tu vida, más allá de la evolución que implica la boda que se aproxima. Que el tablero se reacomode, no implica que haya piezas que pierdan relevancia.