Todo lo que tenés que saber sobre la sesión de fotos preboda

Muchos fotógrafos incluyen en sus tarifas la sesión previa al casamiento en la que se hacen fotografías casuales de los novios. Si bien la idea de esta sesión es guardar un recuerdo de "novios" antes de pasar a ser marido y mujer, también es una excelente oportunidad para conocer al equipo de fotografía que cubrirá tu gran día: ¡aprovechen esta sesión para romper el hielo con el fotógrafo porque, definitivamente, la confianza hará una gran diferencia! Aprovechen también para contarle al fotógrafo cuáles son sus expectativas y, si ya tienen una programación del casamiento, no duden en repasarla para que se entienda claramente como desean que sean las fotos del evento.

Los nervios antes de hacer una sesión de fotos con un fotógrafo profesional son habituales, igual que las dudas sobre cómo será posar para un desconocido; es su labor hacerlos sentir cómodos, relajados, conseguir las sonrisas y miradas de complicidad más naturales. Posiblemente también se preguntan qué ropa llevar ya que saben que los looks tienen mucho que ver con el tipo de fotografías que quieren y sobre todo con el entorno elegido. Por eso, no te preocupen. ¡Todo lo que necesitás saber, lo descubrirás a continuación!

¿Dónde?

La ubicación reflejará la esencia que los une. Si bien lo típico es un lugar al aire libre, no tiene por qué ser así si les gustan los ambientes de ciudad o urbanos, pudiendo elegir el lugar donde se conocieron o donde él te propuso matrimonio, un lugar favorito al que suelen ir, el de su primera cita, un lugar donde que sientan que los representa o simplemente un rincón bonito.

Hay que tener en cuenta que el lugar ayuda a mantener la fluidez entre los novios, por eso recomendamos zonas donde se encuentre poca gente, ya que a veces una persona externa se pone a mirar la sesión y eso genera nervios.

¿A qué hora?

Pueden hacer una sesión que dure todo el día, un fin de semana o unas horas por la tarde, pero hay que tener en cuenta que si las fotos se tomarán al aire libre es mejor optar por las primeras horas de la mañana o antes del atardecer. ¡Sin duda conseguirán diferentes efectos en cada caso!

No vayan con el reloj en mano, reserven ese día libre para solo pensar en las fotos, ya que por cuestiones de falta de tiempo pueden ponerse nerviosos. Las sesiones fotográficas no suelen durar más de tres horas, pero es ideal estar relajados para lograr hermosas tomas. ¡A prepararse para disfrutar del momento!

¿Solos o acompañados?

A veces creemos que llevar a una persona conocida, sea un amigo o pariente, nos puede ayudar con ciertas cosas; maquillaje, peinado, etc. Lo cierto es que es un gran error ya que, en muchas ocasiones, los acompañantes suelen interferir en las fotos opinando, generando situaciones de nervios e incomodidad, retrasando la producción y haciendo el momento muy tenso. Es aconsejable confiar en el profesional que eligieron: escúchenlo y sigan sus consejos. ¡Seguro que lo contrataron por su creatividad y buen gusto!

¿Qué nos ponemos?

Tienen que estar ambos en la misma sintonía. No luce que una novia lleve brillo y el novio se vista con jeans y remera blanca. Traten de vestirse de acuerdo al lugar que eligieron y recuerden que lo importante es que se muestren naturales; casuales pero elegantes al mismo tiempo. Lo ideal es que lleven por lo menos dos cambios de ropa: si ambas mudas de ropa funcionan, el resultado de las fotos será más variado.

¿Posamos?

Permitan que el profesional los oriente y sean lo más naturales posible; mirarse a los ojos, acariciarse, besarse y tomarse de la mano son cosas cotidianas de toda pareja de novios, así las fotos saldrán más relajadas. Por último, disfruten el momento como algo hermoso de los dos.