Maquillaje de novia con aerógrafo
¿Querés lucir perfecta en tu gran día, y escuchaste que el maquillaje con aerógrafo puede ser el vehículo ideal que te conduzca a eso? Te contamos mitos y verdades de esta técnica y sus resultados.
El maquillaje con aerógrafo es una técnica que consiste en la aplicación de pequeñas partículas de pigmento mediante su pulverización, sin necesidad de entrar en contacto directo con la piel. Esto produce como resultado, un acabado suave y natural.
Algunos beneficios de su uso son la rapidez en la aplicación, la durabilidad prolongada de hasta 24 horas sin requerir retoques, la precisión -por la que no vas a tener temor a los primeros planos-, y la textura ultra fina y difuminada que logra en la piel. Se puede utilizar en el cuerpo entero, incluso para aplicar autobronceantes y conseguir fácilmente un tono uniforme. Es también muy higiénico, ya que se usa la presión de aire como medio, sin necesidad de que ningún utensillo te toque la piel.
Como contrapartida, no es la mejor recomendación si necesitás disimular imperfecciones, arrugas o cicatrices de la piel, dado que la fina capa que se pulveriza no alcanza para cubrir demasiadas correcciones. Es ideal para pieles bien cuidadas y que cuentan de por sí con un buen nivel de hidratación.
Las pruebas de maquillaje pueden resultar claves si te definís por utilizar esta técnica, para elegir el maquillaje de novia adecuado, obteniendo de la tonalidad adecuada, y que no se evidencien diferencias entre la cara y el resto del cuerpo. La profesional que contrates deberá ser cuidadosa, dado que será difícil corregir el tono de base una vez pulverizado sobre el rostro, al igual que remover excesos. Es importante cuidar las zonas que no deban exponerse a los productos, como vestimenta, cabello y accesorios, cubriéndolas debidamente antes de comenzar, para evitar inconvenientes.
Que esta técnica brindará un acabado aterciopelado es un mito que sólo se materializará si se utilizan productos de excelente calidad y alta definición, al igual que se conseguiría con la aplicación de los mismos mediante técnicas más tradicionales de maquillaje. No hay que confundir la textura aterciopelada con el acabado natural; este último, se obtendrá con la aplicación correcta y en su justa medida del tono de base.
La durabilidad tampoco es materia exclusiva del modo en el que se aplique el maquillaje; de hecho, esto se verá afectado por muchos factores, entre los que podemos nombrar: la calidad de los productos utilizados, el tipo de piel a maquillar, la temperatura y humedad de los ambientes donde se permanezca, y los fijadores que se apliquen.
Respecto de la base, existen dos fórmulas en el mercado, una siliconada y otra acuosa. La primera es la más recomendaba y utilizada por obtener mejores resultados, la segunda es de más débil adhesión, y por lo tanto, menos duradera; pero tal vez deba ser tu opción si tenés la piel muy sensible o sos alérgica a la silicona.
Esta técnica de alta definición puede realzar tu belleza, con un look muy natural y un acabado perfecto. ¿Te vas a animar a intentarlo?