Las 5 dudas más comunes sobre el vestido de novia
Empezar a elegir el vestido de novia es un proceso que está atravesado por muchísimas dudas. ¿Qué color elegir? ¿Qué modelo me quedará mejor? Todas ellas son muy comunes y no deben angustiarte. Acá respondemos algunas para llevarte tranquilidad.
El vestido de novia es la prenda más importante del casamiento. Por eso, es normal que te llenes de dudas cuando estás comenzando a elegirlo y veas que existen cientos y cientos de modelos. ¡Pareciera imposible quedarse solo con uno! Muchas mujeres comparten las mismas inquietudes, por lo que queremos contarte algunas de las comunes y cómo resolverlas.
¿Existe realmente el vestido perfecto?
Algunas mujeres sueñan con su tipo de vestido desde mucho tiempo antes de comprometerse. Pero a otras les cuesta mucho más la decisión, lo cual es lógico, teniendo en cuenta la gran cantidad de modelos y estilos que existen.
El primer consejo es que no te ahogues en un vaso de agua: podrás dar con tu vestido perfecto. Y es que existe un vestido para cada cuerpo, para cada personalidad y para cada tipo de novia. Y la única forma de hallarlo es buscando y estando bien asesorada. Definí tu presupuesto y acercate a casas de vestidos o revisá en revistas y en internet, que sin duda te dirán qué opciones se adecúan a lo que querés.
¿Con cuánto tiempo debo comprar/encargar mi vestido?
Esta es una de las dudas más comunes en torno al vestido de novia. ¿Por qué? Porque existe el temor (muy certero, por cierto) de que sea necesario hacerle algunos arreglos al vestido, tanto si es comprado como si lo realiza una modista. Por ello, lo recomendable es que tengas en tus manos tu atuendo total un mes y medio antes. Con esto ya podés hacer una prueba de vestuario y verificar si es que deberán hacerle algunos arreglos, los cuales también tendrán que ser entregados con tiempo. Sacar fotos para ver cómo se te ve el vestido es también un buen recurso que ayudará con tu decisión.
¿Cómo influye el clima y la locación en la elección de mi vestido?
Cuestiones como el color, tipo de escote, mangas y demás detalles dependen, en gran medida, de la estación en la que se realice la boda. Si tenías una idea formada sobre lo que querías para tu vestido de novia, pero todavía no atendiste al factor clima, es preferible que lo hagas. Este está en relación directa con la locación de la boda: si es en un salón, pueden contar con calefacción o aire acondicionado, lo que facilita las cosas. Si es al aire libre, apuntá tu elección a sentirte cómoda para cualquiera de las estaciones: no pases ni frío ni calor.
¿Debo elegir un atuendo diferente para el civil?
Esta se trata de una decisión muy personal, aunque también de logística y de cómo esté organizada la boda. Si el civil será un día antes o en otro sitio diferente en donde se hará la ceremonia religiosa, lo mejor es que elijas otro vestuario, para que el vestido de novia no pierda impacto. Si, en cambio, harán la ceremonia y la fiesta el mismo día, no será necesario que busques otra alternativa.
¿Qué puedo hacer si me arrepiento?
Si seguís los consejos que te dimos anteriormente, esto no debería pasar. Elegir tu look de novia no se trata de una decisión sencilla, por lo que dedicale el tiempo necesario: ir a las citas con el diseñador, tener tu prueba de vestuario, y asegurarte de haber visto los suficientes modelos como para que estés conforme con tu decisión. Aunque muchas veces, se trata de un instinto y de un sentir que te hacen decir “este es el vestido”, también es importante que tu decisión sea racional.
Es normal que durante este proceso tengas tus dudas. Pero con un poco de ayuda, verás que todas ellas se van disipando y ganarás seguridad. Al final de todo, verás que obtuviste ese vestido que tanto querías y que valió la pena pasar cada momento.