Invitar a los compañeros de trabajo al casamiento ¿Sí o no?
Todo va a depender de las circunstancias y del grado de afinidad que sientas por tus compañeros de trabajo. Tarde o temprano se presenta este dilema en la organización de las bodas. Tips para tomar la decisión correcta y no sentirse comprometidos.
El protocolo nupcial no dicta nada al respecto, por lo que van a prevalecer las preferencias personales y el presupuesto disponible para tomar tal decisión. Por otro lado, lo cierto es que los compañeros pueden ejercer cierta presión y convertirse en un dilema a la hora de armar la lista de invitados. Con el cuidado justo para no ser descorteses, les dejamos algunos tips para tener en cuenta y ayudarlos a resolver pronto esta cuestión.
1. Los más allegados
En las comunidades de trabajo suele haber un grupo con el que nos sentimos cómodos y llevamos relaciones amenas y cordiales; en otros casos, incluso una amistad más fuerte. Si es así, seguro que les gustaría invitarlos y entregarles en mano las invitaciones de boda, siempre con el cuidado de mantener un bajo perfil durante las charlas para que otros compañeros no se sientan excluidos.
2. Sin invitados del trabajo
Hoy en día la gente comprende que un evento tan personal pueda estar alejado de las conexiones laborales o profesionales. Si decidieron no invitar a tus compañeros, es perfectamente entendible. También es posible considerar que algunos quieran mantener las relaciones puramente profesionales y les agradezcan que no los inviten. Si es su situación, la discreción es un valor agregado.
3. Todo el plantel o por segmentos
En este caso dependerá, además, del tamaño de la empresa. Si es un plantel pequeño, tal vez puedan invitar a todos y quedar de maravillas, o elegir a su grupo más cercano, el de su oficina o departamento, con el que comparten gran parte de tu día. En algunas situaciones puntuales, los años en común y los lazos de amistad pesan mucho. Si es así, deberían evaluarlo en tu presupuesto.
4. Un aperitivo
Una comida informal o un aperitivo en la oficina puede ser una solución alternativa para no dejar de celebrar su casamiento con sus compañeros de trabajo. Quizá ellos tengan preparada una sorpresa o un detalle para ustedes y es el momento que eligen para entregárselo. También es una opción válida si no tienen relaciones muy cercanas o si llevan poco tiempo en la empresa.
5. Si es una boda con pocos invitados
En estos casos, cae de maduro que sus invitados serán los más allegados entre familiares y amigos. Las circunstancias indican que no habría de qué preocuparse. Una boda íntima confirma que ninguno de sus compañeros se va a sentir ofendido o molesto porque no lo inviten. Solamente es prudencial ser específicos cuando comenten sobre los preparativos y los detalles del casamiento para evitar las incomodidades.
6. Una solución intermedia
Evitando las relaciones por compromiso, quizá quieran invitar a algunos colegas del plantel a un momento determinado de la fiesta. Para el caso, lo ideal es el brindis y baile luego de la cena. Los gastos de las bodas son altos, pero de esta manera, no se recae en mayores costos y es posible compartir una de las partes más divertidas con sus compañeros.
7. Por compromiso
En tiempos pasados, las invitaciones por compromiso eran tomadas de forma natural, sobre todo cuando eran los padres quienes costeaban las bodas. Hoy en día los cambios sociales y las épocas de crisis hacen que cada pareja quiera personalizar su enlace al detalle. Las invitaciones por compromiso ya no son tan comunes y se evalúa cada caso en particular para sumarlo a la lista de invitados
Sin compromisos impuestos, lo importante es que inviten a quienes dicte su corazón. Es un momento que van a guardar por siempre y nada mejor que estén todas las personas más significativas para la pareja. ¡Dilema resuelto!