¿Invitados por compromiso? 8 consejos para resolver el dilema

Comiencen con una lista de invitados tentativa, la más representativa para ustedes. La elaboración de esa lista es casi un trabajo de estrategia, pero no sientan la exigencia de convocar a personas no tan cercanas o por las que crean sentir cierta obligación social. ¿Cómo gestionar las invitaciones por compromiso y salir airosos en el intento?

1. Poco presupuesto

El vértigo que suponen los costos de un casamiento es una razón justa no tener invitados por compromiso. Luego de debatir sobre los nombres y las demandas sociales o familiares, ya sabrán cuál es el límite en la lista de comensales y así estarán tranquilos con las decisiones que vayan tomando, sobre todo en casos de bodas de poco presupuesto.

2. No tan allegados

Existen personas que no son tan allegadas pero surge la duda de si invitarlas o no. Es una de las situaciones de invitados por compromiso, como puede darse también con los compañeros de trabajo. En estos casos vale preguntarse cuál es el vínculo que los une, si existen obligaciones de por medio, si han conversado últimamente, si la amistad es muy lejana. Estas respuestas los van a ayudar a resolver este dilema.

3. Compromisos familiares

Hoy en día se estila que los novios preparen su lista de invitados, charlando y debatiendo sobre cada caso en particular. El concepto de invitados por compromiso tiende a salirse del panorama, pero siempre puede surgir alguna sugerencia familiar, alguien que los padres desean invitar ya sea por afinidad o por compromiso. Si ellos costean los gastos, no hay mucho margen para contrariarlos.

4. Una boda íntima

Muchas veces las parejas eligen celebrar en un lugar pequeño y acogedor con pocos invitados. La organización también tiende a reducirse y con ello la carga de ansiedades. Es uno de los motivos que mejor se comprenden a la hora de no ser invitados a una boda. Un encuentro familiar y con los amigos más cercanos es la mejor opción para este tipo de casamientos más sencillos.

5. Espacio reducido

Puede ser que elijan una celebración sencilla en un espacio más reducido o quizá quieran festejar el casamiento en casa. En cualquiera de los casos, es una excusa valedera para explicar por qué no pueden ampliar la lista de invitados y deban ser estrictos y ajustarse al cupo original, sin agregar más invitaciones.

6. Regalo de bodas

En la misma línea de argumentos, aunque ya no es tan común, el casamiento puede ser un regalo de los padres. Pueden aferrarse a esa idea para justificar cada invitación de bodas y evitar los compromisos con las personas que se quieran convidar solas, considerando que deberán afrontar un cúmulo de gastos y no querrán pasarse del presupuesto.

7. Cómo explicarlo

Pueden plantearles a los autoconvocados o personas que se sientan como casi invitadas que la boda será una reunión con pocos comensales, un encuentro más bien íntimo. En aquellas situaciones que crean que es conveniente avisar o comunicar la decisión, es mejor hacerlo con antelación y no esperar a último momento. Desde una mirada exterior, en algunos casos también es un alivio no ser invitados por los gastos que ocasiona si la relación no es tan cercana.

8. Al mal tiempo…

¡A no desanimarse! Si no hay más remedio, habrá que invitarlos por las diferentes presiones familiares o sociales. Lo mejor es conservar el temple positivo y disfrutar a pleno de un día que les pertenece. De eso, no hay dudas. Una alternativa para los invitados por compromiso es convocarlos solo a la ceremonia con una participación de cortesía.

Aunque examinen varias veces la lista, las dudas van a surgir y es conveniente saber cómo responderlas para no sentirse mal por ello. Revisen cómo armar las listas de invitados y se notarán más aliviados.