Gente que no querés invitar a tu casamiento… ¡Pero no hay más remedio!
Si invitar a personas por compromiso el día más importante de sus vidas les supone un trago más que amargo, te damos unos consejos para que lo afronten de la mejor manera posible.
Existen muchas situaciones en la vida en las que te podés ver obligado a tener que invitar a determinadas personas. Seguro que en algún casamiento, una fiesta cualquiera o en tu propio cumpleaños tuviste que convidar al novio de, a la amiga de o al pariente de, por puro y estricto compromiso social al no poder decir que no. Y ¿qué pasa si decís que no? Seguramente se genere una situación muy tensa y violenta entre los involucrados cosa que querés evitar a toda costa en el día B. Te damos unas claves de cómo pueden enfrentar esta situación y qué pueden hacer al respecto.
Ceder es dar tu aprobación
No olvidés que la elección es solo de ustedes dos. Y aunque se sientan presionados, tienen el poder de decidir. Si ceden a invitarlos, aunque sea una decisión por compromiso, háganlo fácil, sobre todo, por ustedes mismos. No se agobien y dejen que las cosas fluyan. Está por llegar el día más esperado. No dejen que nada ni nadie les arruine este momento y menos por personas externas. Disfruten y vivan cada minuto de este día sin preocupaciones. Se lo merecen.
Los mínimos indispensables
Si la lista del casamiento incluye compromisos con amigos de sus padres, personas del trabajo o familiares lejanos, lo mejor es que la reduzcan al mínimo y conviden a los que necesariamente tienen que invitar.
Distribución de las mesas
Lo ideal es que ubiquen a los “compromisos” lo más cerca posible de las personas con las que tengan relación o sean del mismo círculo de conocidos. Ellos se sentirán cómodos en un grupo que conocen. Y ustedes disfrutarán tranquilos.
Avisar al fotógrafo
Si realmente te supone un problema la presencia de estos invitados y no te interesa para nada tener fotos particulares con ellos, es imprescindible que le avisés de antemano al fotógrafo para que no los enfoque demasiado ni en el video ni en las fotos del casamiento. Si podés superar la situación, entonces no les des más protagonismo del que merecen.
Afrontarlo con sabiduría
Aunque tengás que invitar a gente por obligación, no podés permitir que esta situación te amargue. Olvidáte de ellos y céntrate en disfrutar con tu pareja, con tus amigos y con la familia en este día tan importante. Y si la situación te supera, respirá hondo. Puede que al final todo sea mejor de lo que pensás.