¿Cuántos invitados incluir por mesa? 5 tips para planificar
Al momento de armar la distribución de las mesas, surgen dudas sobre cuántos invitados es correcto colocar por mesa. Todo dependerá de diferentes factores. Aquí, algunos consejos para la planificación.
Realizar la planificación de las mesas para la fiesta de casamiento es una tarea para nada sencilla, por lo que debe seguir algunas reglas. Existen algunas convenciones sobre la cantidad de personas que es correcto incluir en cada mesa, y otros consejos que los pueden ayudar para que todo se desarrolle de manera ordenada y no tengan inconvenientes de último momento.
Definir cantidad de invitados y chequear con el salón
Por supuesto que antes de repartir invitados en alguna mesa, es necesario saber con cuántos se contará de manera fehaciente el día de la boda. Para esto, pueden esperar hasta que la mayoría de ellos confirme su invitación, lo que debería suceder de un mes a tres semanas antes del gran día.
Luego de que cuenten con un estimado aproximado de cuántos de ellos asistirán (siempre hay algún invitado que demora en confirmar), pueden arreglar la distribución. Para ello, consulten con el salón o la finca qué cantidad de mesas habrá disponibles y si son suficientes para los invitados o será necesario agregar algunas más.
Según el tipo de mesa
La gran mayoría de las empresas ofrece mesas redondas en un tamaño promedio en la que caben de seis a ocho personas, lo cual es un número aceptable para que todos quepan cómodos y puedan comer tranquilos sin chocar al invitado de al lado.
En caso de contar con mesas rectangulares y más grandes (una tendencia que se estila cada vez más en casamientos más informales), pueden incluir más amigos y familiares, siempre cuidando el detalle de que no deben quedar amontonados.
Organizando el armado de las mesas
Una vez que está definido el número de personas por mesa, llega la hora de decidir quién se sentará con quién. Los familiares cercanos pueden ir todos en la misma mesa, teniendo en cuenta que ya se conocen y podrán conversar tranquilamente. Lo mismo con los grupos de amigos: los del trabajo, los de la universidad, los del barrio…. al tener familiaridad entre ellos la conversación fluirá sin ningún problema.
Para el caso de los invitados que asisten solos, intenten juntarlos por alguna característica en común, como puede ser la edad, para que puedan socializar y no sentirse fuera de lugar. Los novios y sus padres habitualmente se sientan todos en una misma mesa, que generalmente encabeza al resto.
Para que ningún invitado se confunda
Cuando tengan armada la distribución total de las mesas de la boda, es necesario ser claros con sus invitados. Para ello, es buena idea incluir un seating plan en la recepción, donde cada amigo y familiar encuentre su nombre y su ubicación. Esta puede estar determinada por un número, por el apellido de la familia o —como sucede en bodas temáticas— con algún nombre especial.
Este seating plan debe estar a la vista y no prestarse a confusión; si lo consideran necesario, pueden reforzar la información incluyendo en la misma mesa una lista de invitados que allí deben sentarse, para que ningún despistado termine en otra.
Bodas informales
Si pensar en la planificación de las mesas los estresa, y prefieren dejar mayor libertad a los invitados, pueden plantear un esquema libre. Esto es muy común en bodas más informales, en donde lo que se busca es que todos compartan entre todos, sin que exista la “rigurosidad” de respetar ubicaciones. Para reforzar esta propuesta, pueden incluir solo dos o tres mesas largas, para que todos se sientan más cercanos unos a otros.
La organización es la base del éxito de un casamiento, con cualquiera de las opciones que elijan para sentar a sus invitados. Como ven, no es necesario limitarse a una sola alternativa, y siguiendo estos consejos, se vuelve aún más fácil tener todo bajo control.