¿Con quién puede entrar la novia a la ceremonia?
Al momento de ingresar en la iglesia o el salón, todas las miradas se dirigen a la novia, y a esa persona que la acompaña. Si bien la tradición dice que debe entrar con su padre, las costumbres cambiaron, y hoy existen otras opciones. ¡Conocelas!
Elegir la persona que te "entregará" a tu futuro esposo es sin duda una decisión sensible y que conmueve. Las tradiciones en casamiento indican que la novia debe ingresar con su papá, aunque hoy la cosa ha cambiado un poco. Si querés entrar con tu padre, seguro vivirán un momento de pura emoción. Pero si por alguna razón faltase un padre, cualquier otra persona cercana puede reemplazarlo. Te damos algunos consejos para que rompas con algunos esquemas tradicionales de las bodas.
Un padre, el que te cuidará eternamente
Ingresar con tu papá a tu boda es un acto que está cargado de simbolismo, puesto que representa que la persona que más quiere en el mundo empieza a formar una familia propia. Los padres son protectores y por tal razón, para ellos es también muy conmovedor que su hija se case. Viví ese momento con mucha intensidad, es uno de esos que suceden pocas veces en la vida.
No sólo es cuestión de hombres
Si tu padre no está presente para acompañarte, no hay ningún impedimento para que sea tu mamá la que ingrese con vos. ¿Qué mejor conexión que la que se tiene con una madre? Además, es seguro aquella a la que primero le contaste sobre ese primer beso, sobre la propuesta de casamiento y una de las personas que más felices se pusieron por vos. Ingresar con tu mamá a la ceremonia será, sin duda, un momento imborrable y lleno de emociones.
Los hijos, el fruto más hermoso del amor
Los hijos son uno de los regalos más maravillosos del mundo, y si los tenés, serán los invitados más especiales que tendrás. Tanto si es el hijo es de ambos, como si fue fruto de una relación anterior, estará encantado o encantada de acompañarte en tu entrada triunfal. Es una más que buena oportunidad para que combinen vestuarios y logren arrancar a todos los invitados una gran sonrisa de complicidad y ternura.
Otros hombres de tu vida
Ahora que serás una mujer casada, tendrás un amor de tu vida, tu marido. Pero existen otros hombres que siempre te acompañaron y van a acompañarte en todos los momentos importantes de tu vida. Seguro tenés un tío, un abuelo, o algún amigo muy cercano que estará encantado de acompañarte en tu entrada a la ceremonia. Pedile con mucho cariño y de forma especial que sea quien te escolte a dar uno de los pasos más importantes de tu vida. ¡Seguro se emocionarán mucho los dos!
Entrada triunfal
Quizás por alguna razón, se te haga difícil elegir con quién entrar. Puede ser porque sientas demasiado cariño por todos, y no quieras dejar a alguien afuera, o porque simplemente no querés tomar una decisión tan compleja. Una buena opción en este caso, es que ingreses vos sola al salón o a la iglesia, para encontrarte con quien será tu esposo. Todas las miradas se dirigirán hacia vos y mostrarán tu actitud y tu seguridad ante lo que será la aventura más hermosa de tu vida.
Dos son mejores
Si tenés más de una persona especial para que ingrese con vos, ¡no hay ningún problema! Cada vez se estila más que la novia ingrese con dos personas, una a cada uno de sus lados. Pueden ser tus padres, tus hermanos, o el padrino que elijas para la boda. No se limiten con respecto a quiénes y cuántas personas pueden acompañarlas en una ocasión tan memoriosa, única y llena de sensibilidad. Lo único importante es que el amor desborde por todos lados, y eso se logra sin duda rodeándose de las personas que más te quieren.
El momento de ingresar a la ceremonia representa los últimos minutos en los que estarás soltera. Quien te acompañará a dar ese paso triunfal formará parte de un recuerdo que te durará para el resto de tus días, por eso elegí a esa persona que realmente sientas que quiere lo mejor para vos. Puede ser tu padre, pero no te limites si necesitás que sea alguien más. Las bodas y sus tradiciones han cambiado, en pos de que todo lo que reine, sea el amor. ¡Y seguro que así será!