¿Cómo cuidar la piel antes del casamiento? 5 reglas de oro
Cuidar la piel es una de las rutinas que no pueden obviarse en los meses previos a la boda. Siguiendo una serie de cuidados para nada complicados, la piel de tu rostro y el resto de tu cuerpo llegarán perfectos al día B.
La piel se debe cuidar tanto como cualquier otra parte del cuerpo. Como tal, y si todavía no seguís ningún cuidado específico, meses antes de tu boda es un buen momento para empezar una rutina que luego puedas mantener en el tiempo. La piel necesita hidratación para evitar su envejecimiento y las complicaciones que surgen por todas las inclemencias a las que se somete en la vida diaria. Para lucir una piel lozana en tu casamiento, seguí estas recomendaciones simples pero fundamentales.
La piel del rostro, la más sensible
Si pensamos en el casamiento y el cuidado de la piel, pensamos principalmente en el rostro. Y esto se debe a dos motivos: por un lado, es lo más visible, pero, por otro lado, es la parte del cuerpo con la piel más sensible, lo que implica que necesita un cuidado mucho más responsable.
En primer lugar, hay dos recomendaciones fundamentales, que se relacionan directamente con el estado de la piel: la alimentación y la hidratación. Si querés que tu piel no luzca cansada o con granitos tenés que evitar todo tipo de comidas con frituras y carbohidratos, a la vez que necesitás tomar mucha agua.
Tampoco olvidés limpiar todos los días tu rostro con un tónico astringente e intentá realizar, al menos una vez por semana, una limpieza exfoliante.
Cremas hidratantes: amigas inseparables
Si de cuidado de la piel se trata, no se puede negar la influencia y la importancia que tienen las cremas hidratantes. Su uso debe ser diario, y en todo el cuerpo. Pero atenti a esto: la crema debe estar indicada para cada parte del cuerpo, debido a que la composición del rostro, por ejemplo, varía del de las manos.
La rutina a seguir es bastante sencilla: con el cuerpo limpio, sobre todo después de bañarse, colocarse diariamente la crema humectante por las diversas zonas. Reforzar el rostro durante las noches.
Liberar endorfinas, un principio básico
Como para cualquier aspecto de la vida cotidiana, el ejercicio y la actividad física son fundamentales. Para la piel, en ese sentido, el transpirar ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas, que de otra manera se manifestarían negativamente sobre la piel, ya sea en forma de granitos o piel grasa. Para conseguirlo, qué mejor que realizar una rutina de ejercicio o una caminata diaria. ¡Una recomendación! No dejes la piel transpirada demasiado tiempo; tratá de limpiarla cuanto antes.
Limpiezas profundas y exfoliación
Más allá de una buena alimentación e hidratación, todo el entorno al que te enfrentás diariamente afecta tu piel: el humo, el sol, el viento, la humedad… Por eso, siempre se debe recurrir a rutinas extras que incluyan limpiezas y exfoliaciones.
Para esto, en cualquier farmacia podés conseguir diversos tipos de tónicos y cremas exfoliantes que te ayudarán a quitarte de encima (sobre todo del rostro) todo tipo de impurezas. El proceso lo tendrás que repetir como mínimo unas tres veces a la semana.
Relajá y evitar la ansiedad
La piel es uno de los órganos que más refleja lo que pasa por dentro, ya sea estrés, ansiedad u otro tipo de emoción. Por eso, aunque los meses previos a la boda suelen generar ese tipo de reacciones, buscá los momentos para relajar. Evitá fumar o comer comida chatarra por ansiedad, ¡tu piel te lo agradecerá!
Como verás, estos cuidados son simples de llevar a cabo, y el cambio que notarás en tu piel será notable y muy beneficioso para tu salud. Recordá que si bien estás empezando porque querés llegar bien a tu casamiento, son rutinas que deberías incorporar como parte de tu día a día.