7 momentos de la planificación que los unirán como pareja
Durante la planificación de bodas habrá momentos en que necesiten de la comprensión, la firmeza de las palabras y el manejo de las emociones para enfrentar situaciones agotadoras o sentimientos complejos. Es también una oportunidad de crecimiento.
Las planificaciones extensas como una boda pueden generar crisis en las parejas, situaciones inesperadas difíciles de asumir. Los tiempos previos a un casamiento suelen ser bastante agitados, incluso si cuentan con ayuda extra. El cansancio y el estrés pueden desembocar en emociones imprevistas o agudizar la temida ansiedad. Sin embargo, toda crisis ayuda a madurar y, en este caso, habrá momentos de la planificación que los harán crecer como pareja y desarrollar un vínculo más estrecho.
1. Frenar a tiempo
La organización del casamiento puede llevar a situaciones de cansancio que pueden provocar reproches o comentarios desafortunados, incluso poner escollos en el camino. Llegados a una instancia de este tipo lo mejor es frenar y ser conscientes de las cuestiones que los abruman para poder charlar y modificar el intercambio emocional. Dialoguen y no se cierren a la comunicación. Expresen qué les gustaría cambiar.
2. Situaciones aleatorias
Aunque tengan una agenda bien programada, no podrán prever eventos azarosos. Frente a estos escenarios, hay que pararse y buscar soluciones para poder seguir adelante. El apoyo de la pareja es esencial para que esa fortaleza les permita estabilizar el plan de casamiento y encontrar canales alternativos si surgieran dificultades muy complicadas.
3. Confiar, delegar, optimizar
Es momento de dividirse las tareas. Probablemente, los detalles creativos como las invitaciones de bodas se llevarán mejor con la mirada de la novia y el novio puede asimilar las cuestiones prácticas. No es necesario que ambos se embarquen al mismo tiempo en cada concepto nupcial. Es bueno confiar en las habilidades del otro y no sentir que uno solo lleva toda la carga de la organización. Deben tratar de optimizar los tiempos sin necesidad de estar presentes los dos en cada detalle.
4. Decisiones de a dos
La planificación de la boda está llena de decisiones. Es un trabajo en equipo que van asumiendo día a día, con las infinitas propuestas que les llegan de los proveedores o descubren en su propia exploración. Si bien hablamos de dividirse las tareas, tomar las decisiones más importantes de los diferentes conceptos o prever cuánto dinero destinar a determinado elemento son tareas que deben hacer juntos. Esto evitará que la fatiga mental o el agotamiento emocional pueda afectarlos o recaiga en un miembro de la pareja, absorbiendo toda su energía.
5. Casamiento y trabajo
Compatibilizar boda y trabajo es fundamental para no abrumarse y poder continuar con los compromisos habituales sin inconvenientes. Tienen que diferenciar los tiempos y ser flexibles ante situaciones que dependen de horarios o de la presencia de ustedes. Con los objetivos claros, delimitar los tiempos y priorizar los compromisos son dos puntos a favor para sentirse más plenos cuando se dedican de lleno al casamiento.
6. Aprender a escuchar
Son conscientes de que comenzarán a vivir juntos, que se inicia una nueva etapa en sus vidas, que la intimidad individual se verá afectada, que deberán decidir sobre la economía del hogar y el manejo del dinero… Muchas veces querrán expresarse y plantear sus interrogantes y puntos de vista, pero también es tiempo para aprender a escuchar y estar disponible cuando el otro se sienta vulnerable.
7. No todo es ajetreo
En este tiempo de esfuerzos, también habrá situaciones divertidas y relajadas para disfrutar juntos. Además de entretenerse con el paso a paso, imaginar cómo será la boda, quiénes compartirán con ustedes ese día tan especial, descubrir el look de novios y celebrar reencuentros con los amigos serán etapas maravillosas de la planificación para disfrutar.
Cuando las situaciones los desborden, recuerden el verdadero motivo por el cual están en medio de una planificación de bodas. Se trata del amor que se tienen y del compromiso que asumen para cuidarse y amarse mutuamente.