7 cosas que nadie les cuenta sobre la organización del casamiento
Si ya empezaste a organizar tu boda, verás que irán surgiendo un montón de cosas que no tenías en mente. Leé con atención y anotá estos consejos, que te ayudarán en el camino hacia el gran día.
Una vez que como pareja tomaron la decisión de avanzar hacia la gran aventura del matrimonio, comienza un largo pero hermoso camino de organización de los miles de detalles que conlleva hacer una boda. Habrá momentos difíciles en que sentirán que todo los supera, pero tranquilos, que con una buena gestión y una buena agenda, será mucho más llevadero.
Todo girará alrededor de la boda
Si bien quizás falten un par de meses para el día del casamiento, es necesario organizarse con tiempo. A medida que se vaya acercando el día, verán que el tema recurrente en tus temas de charla será la boda. Ya sea que hayan contratado a una wedding planner o sean ustedes mismos los que organicen, todos los días habrá algo nuevo que resolver. Eso volverá un poco monotemáticas tus conversaciones diarias. Pero tranquilos, que los amigos sabrán entender y seguramente les brinden consejos o les sabrán decir cuando es momento de decir ¡basta!
Algunas decisiones no serán de a dos
Es cierto que ambos integrantes de la pareja deben involucrarse en igual medida sobre todos los detalles de la boda. Pero irán viendo que hay cosas que sólo le interesan a una de las partes, y está bien que así sea. Si al novio no le interesa qué tipo de flores elijas para los centros de mesa, que no se convierta en algo que pueda derivar en una discusión. Tengan en cuenta que los intereses de ambos pueden ser diferentes, pero con el mismo objetivo: consagrar su amor frente a quienes más quieren.
Mejor prever ciertos gastos inesperados
Toda pareja organiza su casamiento en base a un presupuesto, esto está claro. Ese presupuesto le dará un panorama más claro respecto a la boda que deben realizar. Pero es necesario siempre prever un fondo “de emergencia” que los pueda salvar antes esos gastos no planeados, pero que siempre surgen.
Los nervios, a flor de piel
Ya de por sí, un casamiento es un revuelo de emociones y sensaciones que ponen sensible a cualquiera. Pero a medida que la fecha se vaya haciendo más real y cercana, podrán ver que los sentimientos afloran de a miles. Es muy probable que mientras estén organizando la boda lloren, se enojen o rían a carcajadas. Traten de llevarlo con calma y que las emociones fluyan, sin ahogarlos en un vaso de agua.
Limitar las posibilidades para no morir en el intento
Cuando encaren la organización de la boda, las opciones y posibilidades sobre qué cosas se pueden hacer serán, literalmente, miles. Tanto si se deciden por una boda elegante o por una boda más bien sencilla, deberán decidir entre muchísimas alternativas. ¡Qué eso no los agobie! Lo importante es limitar las opciones, con criterios objetivos y en relación a sus gustos personales. Se evitarán más de un disgusto.
Todo el mundo opinará
Sus amigos más cercanos, los familiares y otras personas querrán involucrarse, de buena gana, en la organización del casamiento. Siempre es bueno y saludable escuchar opciones de terceros, sobre todo cuando no pueden decidir por sí mismos algunas cuestiones. Pero a veces, habrá opiniones que te confundirán y se tornarán un poco molestas. No pierdan de vista que al fin y al cabo, la boda es de ustedes y no está mal que decidan priorizar sólo lo que a ustedes les gusta.
Organizar un casamiento también puede ser placentero
Como habrán visto, hay algunas cuestiones que pondrán a prueba su paciencia y tranquilidad. Pero que esto no los desanime. Organizar una boda es también una experiencia maravillosa y de hecho, seguramente así lo será para ustedes. Con una buena agenda, con un tiempo de preparación prudente y con los objetivos bien definidos, se ahorrarán imprevistos y alguna que otra amargura.
Lo importante es recordar que el casamiento y la fiesta es una oportunidad para disfrutar con sus allegados el gran paso que decidieron dar. Todo será más fácil si siempre tienen eso mente.
El día de la boda está cada vez más cerca, y aunque sean miles los detalles que no deben perderse de vista, sin duda la ceremonia y la fiesta serán un día que nunca olvidarán. Planeen, revisen, organicen y sobre todo… ¡disfruten!
