7 consejos para no pasar vergüenza en la pista de baile

Es un gran día para ambos y deberán inaugurar la pista de baile con la canción elegida. De solo pensarlo, ya comienzan a sentir los nervios, a sudar, incluso a sentir cierto debilitamiento. ¿Qué ocurre? Bailar frente a todos les causa vergüenza, sofoco o miedo escénico. Es una respuesta psicofísica del cuerpo que se anticipa a situaciones reales o imaginarias de bailar frente a un público. Trucos para superarlo.

1. ¿Qué ocurre?

Ante una situación de timidez o de falta del don del baile, puede ocurrir que se sientan desconcertados y no sepan cómo enfrentar la pista de baile en el día más importante para ambos. Saben que todo el mundo espera ver ese primer baile tantas veces practicado en casa, sin público. Parece fácil, pero el miedo escénico puede hacer sucumbir esa base cuando de repente se encuentran ante tantas personas.

2. Primeros pasos

Primero, debemos reconocer la dificultad y luego buscar algunas consignas que nos ayuden a enfrentarla y revertir la situación. Si pensamos solo en todas las posibles circunstancias que no podrían ser peores, estas reacciones se retroalimentan. Y cuanto más se autocensuran o desaprueban, peores son las sensaciones físicas. Comiencen por dejar de pensar en la vergüenza y subestimar sus propias capacidades. Canalicen sus pensamientos hacia otras instancias de la boda.

3. Los invitados quieren verlos felices

Pensar que los invitados pueden darse cuenta de sus ansiedades o sobredimensionar una hipotética situación no son buenos conducentes. Los invitados quieren verlos felices y compartir con ustedes un tiempo especial. Ofrezcan eso que ellos quieren, que en definitiva es lo que ustedes quieren. Dejen de lado los pensamientos negativos y disfruten de principio a fin.

4. Práctica, práctica, práctica

No lo dejen abandonado al azar. Deberán practicar mucho en las semanas previas, si es posible, varios ritmos de baile y, sobre todo, ese primer baile que hayan elegido, que es bastante clave. Lo deben sentir en el cuerpo para moverse con estilo y soltura. Observen sus movimientos. Si creen que necesitan ayuda profesional para aprender a bailar, tomen algunas clases para comprender la música. Esto vale mucho cuando quieren lucirse en ritmos más complejos como salsa o hip hop.

5. Ejercicios de meditación

Se preguntarán de qué les vale meditar en este caso. Lo cierto es que la meditación es muy efectiva para mejorar la salud mental. Lo mismo sucede con el yoga, que tiene no solo beneficios físicos, sino también mentales y espirituales. La meditación mitiga el estrés de los días previos de la boda, mejora la capacidad de enfoque, permite darle espacio a la mente y potencia los pensamientos positivos.

6. Bailen con otras personas

Todo comienza con el primer paso. Deberán dominar las técnicas más sencillas para lanzarse luego a otras más complejas. Relájense y disfruten. Practiquen con otras personas que no sean la pareja. Además de encontrarse con nuevas situaciones, pueden conocer otras formas de moverse y sumar nuevos pasos para ir sintiéndose más cómodos cada día.

7. No se priven de disfrutar

Los consejos anteriores los ayudarán a quitar ese velo sobre la sensación de vergüenza en la pista de baile, a disfrutar del presente sin un filtro de creencias o costumbres que condicione las percepciones. En general, la mente busca escaparse del presente y navegar por las preocupaciones. No dejen que suceda, no se priven de disfrutar el día más importante de sus vidas. La pista de baile es para bailar, moverse con la música, seguir el ritmo, divertirse, hacerse cómplices, reírse de uno mismo y volver a intentarlo.

Aunque los temblores amenacen, actúen fríamente, con la cabeza en alto, sonrisas en el rostro, una postura adecuada y, pronto, la confianza vuelve a sentirse. Cuando acabe el día, habrán superado sus propias expectativas.