Ir al contenido principal
Casamiento

6 personas que no es necesario invitar al casamiento

Hay personas con las que tienen una relación social diaria, pero están fuera del círculo de la amistad. ¿Tienen dudas de si invitarlas o no? Les decimos cuáles son esas personas que no hace falta convidar al casamiento.

Mathias Arizaga

Por una cuestión de presión social la duda puede inundarles de preguntas como: ¿Deberíamos invitarlos? o ¿está mal si no les decimos nada? Deben pensar que si realmente no tienen una relación estrecha y ésta solo se desarrolla dentro del marco social, lo normal es que esas personas tampoco esperen una invitación.

Como hay invitados que obligatoriamente tienen que convidar por razones de fuerza mayor, también están los que necesariamente no hace falta invitar. Ante todo piensen que la celebración del casamiento es un momento muy íntimo. Estarán rodeados de todos sus seres queridos y amigos más cercanos. Elijan a las personas con las que más quieran compartir este momento especial. Les preparamos una lista para que se desaten de los compromisos sociales.

1. Al jefe/a

A menos que tengan una relación que claramente va más allá de jefe-empleado para los dos. No deberían sentirse obligados a invitarlo, aunque tengan una muy buena relación laboral.

Sempiterno Fotografía

2. Al ex 

Ideal si después de todo ha quedado una relación sana y de cariño. No es necesario que le inviten si realmente no quieren hacerlo o no lo ven apropiado. Todo depende de la relación que tengan y, por supuesto, de la opinión de ustedes como pareja. Pero si no hay inconveniente para invitarle, incluso pueden decirle que se traiga a su acompañante.

3. Familiares muy lejanos

Aquellos que no se acuerdan ni de su cara, que incluso no saben nada de ellos hace años y con los que apenas tienen contacto, si es que recuerdan cuándo fue la última vez. Por otro lado, aunque haya familiares que sí los ven una vez al año o menos, tienen la obligación de invitarlos porque, al fin y al cabo, son familia y sus padres lo han pedido.

4. Compañeros de trabajo

Hay compañeros de trabajo que se convierten en amigos. Esos seguros que no faltan el día B. Pero luego existe ese grupo de compañeros con los que estrictamente mantienen una relación laboral. Tranquilos, ellos entenderán que no los inviten, como ustedes lo harían en el caso inverso.

5. Amigos de amigos

Por mucha simpatía y buena onda que puedan tener, no tienen una amistad como con sus verdaderos. Y si tuvieran que invitar a todos sería una ruina segura.

Menorca Films

6. Vecinos

Salvo excepciones, las relaciones vecinales no pasan más del “buenos días”, de la charla del tiempo en el ascensor y del “hasta luego”. Aunque los vean cada día y con algunos tengan un diálogo más extenso, no por eso deben tener la obligación de invitarlos.

Y seguro que ahora se vienen en mente muchas personas con las que no se quieren especialmente comprometer. Piensen en todos los que quieren que estén en el momento del “sí, quiero”, en la fiesta celebrando y bailando juntos, escuchando emocionados las palabras del brindis o en las fotos del álbum de la boda. ¿Los tienen? Entonces no falta nadie más.