5 cosas que nadie les cuenta sobre estar comprometidos

El compromiso es una de las etapas más lindas en la vida de una pareja, pero que se puede ver teñida en ocasiones por incertidumbres o estrés. Todo esto, sin contar que estarán en pleno proceso organizativo de su boda, lo cual no es un dato menor. Pero siempre, y aunque suele un cliché, el amor por el cual se unieron en la forma más eficaz de superar cualquier obstáculo.

El mundo se vive de a dos

El compromiso les significará un momento de mucho acercamiento a los dos. El haberse decidido a dar un paso tan grande, que implica nada menos que compartir la vida, será también una prueba para ustedes. Desde que se comprometan, y sobre todo cuando se encuentren organizando detalles del casamiento, esto implicará aprender a tomar decisiones de a dos. No quiere decir que se anulen sus individualidades, pero llegar a acuerdos es el primer paso para aprender a llevar una vida de casados.

Conocerán mucho mejor a sus parejas

Haber llegado hasta la instancia del compromiso implica, ciertamente, que conocen a sus parejas muy bien, posiblemente mejor que nadie. Pero el compromiso es un momento bisagra, en el que quizás pueden surgir actitudes que no conocían de sus parejas, tanto buenas como no tanto.

Por eso, tomen este período como un aprendizaje, en el cual la paciencia, el tacto y la tolerancia deberán cobrar aun más importancia de la que lo tenía antes.

¡Todo el día hablando de lo mismo!

Otro gran secreto que nadie cuenta sobre estar comprometido, es el hecho de que, sencillamente, no se puede dejar de hablar de otra cosa. La mayor parte del día, sus mentes estarán pensando en el vestido de novia, en el catering, en el salón… Y por supuesto, quienes los rodean serán los primeros destinatarios de este cambio. ¡Aunque seguro los divertirá muchísimo!

Amigos y familiares opinando… mucho

Lo más probable, es que toda su gente más cercana quiera ser parte de la organización de su boda, y eso conllevará mucha gente opinando y dando consejos. Por supuesto que lo hacen con la mejor intención y deben entender que será momentáneo. Igualmente, si llegan al punto del cansancio, siempre hablar y explicar es la mejor solución. Por más que todas las opiniones bienintencionadas sean bien recibidas, los que se casan son ustedes y la decisión final recae en los dos.

Las inseguridades propias de tomar una gran decisión

Todos los grandes cambios en la vida llevan consigo inseguridades, dudas y miedos. Y mucho más si se trata de una decisión que involucra a otra persona, y al menos en el deseo, para siempre. Por eso, no se sientan mal si por momentos no están seguros o sienten pequeños miedos acerca del casamiento. Es lo más normal del mundo. Lo que deben hacer, cuando se les presenten este tipo de momentos, es volver a pensar en los motivos por los que eligieron a esa persona para compartir su vida. Verán que fácilmente se disipan todas las inseguridades. En el mismo sentido, nunca teman hablar con sus parejas sobre esto: de a dos siempre se encuentran mejores soluciones.

Todo acontecimiento en la vida tiene dos caras: una llena de cosas positivas, y otra en donde no todo es maravilloso. Ante esos momentos, siempre viene bien recordar porqué decidieron aventurarse en el maravilloso mundo del matrimonio, qué buscaron al decir qué sí y, sobre todo, qué quieren construir en el futuro.